¿Cómo saber si necesito terapia? | PsicologosWeb.Net

La terapia puede ser enormemente beneficiosa y fortalecedora. Obtener ayuda profesional para navegar cualquiera de los desafíos que pueda enfrentar, mental o físicamente, siempre puede ser algo bueno. Pero, ¿cómo saber si ver a un terapeuta es adecuado para usted? Afortunadamente, hay algunas señales bastante concretas que te permitirán saber si deberías considerar buscar ayuda para el cuidado de tu salud mental. “La terapia puede ser beneficiosa para casi cualquier persona. Por supuesto, hay signos y síntomas específicos que indican condiciones o desafíos que claramente necesitan una intervención terapéutica. También es importante recordar que la terapia también se puede abordar desde una perspectiva de mantenimiento y bienestar. Ver a un terapeuta para un chequeo de salud mental de vez en cuando puede ser una excelente manera de consolidar hábitos mentalmente saludables, o de hacer una rápida puesta a punto de la salud mental”. Amy Cirbus Si ya se siente estresado, confundido, en conflicto o inseguro de sí mismo, es posible que también esté cuestionando su capacidad para tomar decisiones. Si necesita otra razón para considerar la terapia, recuerde que dejar una condición de salud mental sin control puede interferir en su vida en múltiples frentes. Puede comenzar a tener dificultades: - En el trabajo - En el cuidado de usted o de sus hijos - Con sus relaciones - Con su salud básica, lo que lleva a un aumento de los problemas médicos - Hacer frente al aumento de las emociones o la inestabilidad Si está experimentando alguno de los siguientes, puede ser el momento de buscar ayuda, ya sea de un terapeuta autorizado o un profesional de la salud mental. 1. Hábitos de sueño irregulares Los estudios muestran que dormir demasiado, o no dormir lo suficiente, es una señal clásica de que algo más puede estar pasando. El sueño y la salud mental están muy relacionados. Cuando no duerme lo suficiente, puede comenzar a tener más pensamientos negativos o volverse más emocional. Los problemas de sueño son más comunes para las personas con depresión, ansiedad, TDAH y trastorno bipolar. 2. Sentirse increíblemente abrumado Sentirse abrumado puede afectar la forma en que piensa y actúa, lo que afecta su estado de salud mental. Puede dificultar la navegación por los conceptos básicos de la vida, ya que puede estar experimentando emociones intensas y extremas que le dificultan tomar decisiones racionales. Incluso es posible que se encuentre cada vez más incapaz de manejar las funciones diarias básicas. Las personas que se sienten abrumadas emocionalmente pueden estar extremadamente estresadas y expresar angustia emocional, pasando por problemas de relación o laborales, o haber experimentado un trauma grave. 3. Evitar situaciones sociales Si recientemente comenzó a retirarse de situaciones sociales y amigos o a aislarse, es posible que esté lidiando con algo más que sentirse un poco triste o deprimido. Un cambio en el comportamiento cuando se trata de lo social que eres puede ser una señal reveladora de que puede ser hora de pensar en recibir terapia, especialmente si descubres que estás evitando cosas que alguna vez disfrutaste o amabas hacer. La ansiedad social puede resultar en hacer todo lo posible para no tener que interactuar en entornos sociales. 4. Sentimientos de desesperanza ¿Piensas constantemente: necesito ver a un terapeuta? ¿Se siente desesperanzado la mayoría de los días? Sentirse desesperanzado puede crear una espiral de pensamientos negativos. Puede hacer que ver la luz al final de un túnel sea increíblemente difícil. Los sentimientos de desesperanza pueden ser un signo de depresión, un trastorno del estado de ánimo grave pero común que puede afectar la forma en que piensa, siente y actúa. La depresión afecta aproximadamente a 1 de cada 6 adultos en algún momento de su vida. 5. Incapacidad para controlar tus emociones La inestabilidad emocional es una señal de que podría estar en declive de la salud mental. Puede sentir que es cada vez más difícil responder a sus emociones. La causa puede estar relacionada con una condición de salud mental o un evento situacional en su vida. La terapia puede ayudar a ambos. La incapacidad para controlar las emociones suele ser un síntoma de trastornos del estado de ánimo y de ansiedad. 6. Consumido por pensamientos intrusivos ¿Tus pensamientos se han vuelto intrusivos? ¿Están empezando a apoderarse de tus días? Si está consumido por pensamientos plagados de ansiedad, es posible que desee considerar la terapia para ayudarlo a romper sus patrones de pensamiento. Aprender a aceptar o desafiar sus pensamientos y cómo manejarlos para que pueda vivir una vida saludable y productiva son subproductos del terapeuta adecuado y una terapia efectiva. Los pensamientos intrusivos pueden ser el resultado de estrés o ansiedad extremos. 7. Simplemente no te importa No preocuparse por su vida es una señal de que su salud mental está sufriendo. Sentirse irritable todo el tiempo, o sentir que simplemente no tiene la energía o no le importa lo suficiente para hacer cosas básicas como ducharse regularmente, levantarse de la cama o ir al trabajo o a la escuela: todos estos son signos de que es hora de buscar ayuda. El desinterés es común en las personas que tienen depresión clínica, también conocida como trastorno depresivo mayor. 8. Cambio de hábitos alimentarios Si de repente comienza a comer más o menos de lo normal para usted, es posible que esté experimentando lo que se conoce como alimentación emocional. Las personas que tienen problemas de salud mental a menudo ven un cambio en sus hábitos alimenticios. Esto puede volverse problemático cuando progresa hacia un trastorno alimentario, que es una variedad de trastornos alimentarios como la bulimia, la anorexia o el trastorno por atracón. La terapia puede ayudar con la alimentación emocional, que es común en personas que están experimentando problemas de salud mental. 9. Asuntos laborales o escolares Cuando un problema de salud mental genera dificultades para ser productivo en la escuela o el trabajo, puede comenzar a sentirse aún más abrumado. El estrés adicional que surge de saber que no estás dando lo mejor de ti o no estás cumpliendo con las expectativas puede culminar rápidamente en problemas mayores. Tener problemas para concentrarse en el trabajo o la escuela puede ser el resultado de una serie de afecciones de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y más. 10. Traumatismos El trauma pasado puede interferir con la forma en que te relacionas con las personas o con cualquier otra cosa en tu vida. El trauma puede ser difícil de superar solo, pero con terapia es posible. Si recientemente experimentó un trauma o está lidiando con un trauma antiguo que está saliendo a la superficie, es posible que desee probar la terapia cognitiva conductual (CBT, por sus siglas en inglés) centrada en el trauma. Se ha encontrado que la TCC es muy efectiva para ayudar a las personas a superar los patrones de pensamiento negativos relacionados con su trauma para que puedan superarlo. Los eventos traumáticos como el abuso pasado, la adicción, los problemas de abandono y más pueden llevar a necesitar ayuda. 11. Dolor El duelo puede ser complicado porque no hay una línea de tiempo o una forma en que las personas lo hacen. Pero también es increíblemente difícil navegar por su cuenta. No existe una regla estricta sobre cuánto tiempo debe tomar una persona para pasar por el proceso de duelo. Pero si su duelo se ha extendido y ahora está afectando su vida diaria, es posible que desee considerar la terapia de duelo. Es importante recordar que el duelo no siempre es el resultado de una muerte. Es común llorar la pérdida de un trabajo, una relación, una mudanza importante y más.

La terapia puede ser enormemente beneficiosa y fortalecedora. Obtener ayuda profesional para navegar cualquiera de los desafíos que pueda enfrentar, mental o físicamente, siempre puede ser algo bueno. Pero, ¿cómo saber si ver a un terapeuta es adecuado para usted? Afortunadamente, hay algunas señales bastante concretas que te permitirán saber si deberías considerar buscar ayuda para el cuidado de tu salud mental. 

 

 

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La terapia puede ser beneficiosa para casi cualquier persona. Por supuesto, hay signos y síntomas específicos que indican condiciones o desafíos que claramente necesitan una intervención terapéutica. También es importante recordar que la terapia también se puede abordar desde una perspectiva de mantenimiento y bienestar. Ver a un terapeuta para un chequeo de salud mental de vez en cuando puede ser una excelente manera de consolidar hábitos mentalmente saludables, o de hacer una rápida puesta a punto de la salud mental”. Amy Cirbus

 

Si ya se siente estresado, confundido, en conflicto o inseguro de sí mismo, es posible que también esté cuestionando su capacidad para tomar decisiones. Si necesita otra razón para considerar la terapia, recuerde que dejar una condición de salud mental sin control puede interferir en su vida en múltiples frentes. Puede comenzar a tener dificultades:

 

- En el trabajo 

- En el cuidado de usted o de sus hijos

- Con sus relaciones

- Con su salud básica, lo que lleva a un aumento de los problemas médicos

- Hacer frente al aumento de las emociones o la inestabilidad

 

 

Si está experimentando alguno de los siguientes, puede ser el momento de buscar ayuda, ya sea de un terapeuta autorizado o un profesional de la salud mental.

 

1. Hábitos de sueño irregulares

Los estudios muestran que dormir demasiado, o no dormir lo suficiente, es una señal clásica de que algo más puede estar pasando. El sueño y la salud mental están muy relacionados. Cuando no duerme lo suficiente, puede comenzar a tener más pensamientos negativos o volverse más emocional. Los problemas de sueño son más comunes para las personas con depresión, ansiedad, TDAH y trastorno bipolar.

 

2. Sentirse increíblemente abrumado

Sentirse abrumado puede afectar la forma en que piensa y actúa, lo que afecta su estado de salud mental. Puede dificultar la navegación por los conceptos básicos de la vida, ya que puede estar experimentando emociones intensas y extremas que le dificultan tomar decisiones racionales. Incluso es posible que se encuentre cada vez más incapaz de manejar las funciones diarias básicas. Las personas que se sienten abrumadas emocionalmente pueden estar extremadamente estresadas y expresar angustia emocional, pasando por problemas de relación o laborales, o haber experimentado un trauma grave.

 

3. Evitar situaciones sociales

Si recientemente comenzó a retirarse de situaciones sociales y amigos o a aislarse, es posible que esté lidiando con algo más que sentirse un poco triste o deprimido. Un cambio en el comportamiento cuando se trata de lo social que eres puede ser una señal reveladora de que puede ser hora de pensar en recibir terapia, especialmente si descubres que estás evitando cosas que alguna vez disfrutaste o amabas hacer. La ansiedad social puede resultar en hacer todo lo posible para no tener que interactuar en entornos sociales.

 

4. Sentimientos de desesperanza

¿Piensas constantemente: necesito ver a un terapeuta? ¿Se siente desesperanzado la mayoría de los días? Sentirse desesperanzado puede crear una espiral de pensamientos negativos. Puede hacer que ver la luz al final de un túnel sea increíblemente difícil. Los sentimientos de desesperanza pueden ser un signo de depresión, un trastorno del estado de ánimo grave pero común que puede afectar la forma en que piensa, siente y actúa. La depresión afecta aproximadamente a 1 de cada 6 adultos en algún momento de su vida.

 

5. Incapacidad para controlar tus emociones

La inestabilidad emocional es una señal de que podría estar en declive de la salud mental. Puede sentir que es cada vez más difícil responder a sus emociones. La causa puede estar relacionada con una condición de salud mental o un evento situacional en su vida. La terapia puede ayudar a ambos. La incapacidad para controlar las emociones suele ser un síntoma de trastornos del estado de ánimo y de ansiedad.

 

6. Consumido por pensamientos intrusivos

¿Tus pensamientos se han vuelto intrusivos? ¿Están empezando a apoderarse de tus días? Si está consumido por pensamientos plagados de ansiedad, es posible que desee considerar la terapia para ayudarlo a romper sus patrones de pensamiento. Aprender a aceptar o desafiar sus pensamientos y cómo manejarlos para que pueda vivir una vida saludable y productiva son subproductos del terapeuta adecuado y una terapia efectiva. Los pensamientos intrusivos pueden ser el resultado de estrés o ansiedad extremos.

 

7. Simplemente no te importa

No preocuparse por su vida es una señal de que su salud mental está sufriendo. Sentirse irritable todo el tiempo, o sentir que simplemente no tiene la energía o no le importa lo suficiente para hacer cosas básicas como ducharse regularmente, levantarse de la cama o ir al trabajo o a la escuela: todos estos son signos de que es hora de buscar ayuda. El desinterés es común en las personas que tienen depresión clínica, también conocida como trastorno depresivo mayor.

 

8. Cambio de hábitos alimentarios

Si de repente comienza a comer más o menos de lo normal para usted, es posible que esté experimentando lo que se conoce como alimentación emocional. Las personas que tienen problemas de salud mental a menudo ven un cambio en sus hábitos alimenticios. Esto puede volverse problemático cuando progresa hacia un trastorno alimentario, que es una variedad de trastornos alimentarios como la bulimia, la anorexia o el trastorno por atracón. La terapia puede ayudar con la alimentación emocional, que es común en personas que están experimentando problemas de salud mental.

 

9. Asuntos laborales o escolares

Cuando un problema de salud mental genera dificultades para ser productivo en la escuela o el trabajo, puede comenzar a sentirse aún más abrumado. El estrés adicional que surge de saber que no estás dando lo mejor de ti o no estás cumpliendo con las expectativas puede culminar rápidamente en problemas mayores. Tener problemas para concentrarse en el trabajo o la escuela puede ser el resultado de una serie de afecciones de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y más.

 

10. Traumatismos

El trauma pasado puede interferir con la forma en que te relacionas con las personas o con cualquier otra cosa en tu vida. El trauma puede ser difícil de superar solo, pero con terapia es posible. Si recientemente experimentó un trauma o está lidiando con un trauma antiguo que está saliendo a la superficie, es posible que desee probar la terapia cognitiva conductual (CBT, por sus siglas en inglés) centrada en el trauma. Se ha encontrado que la TCC es muy efectiva para ayudar a las personas a superar los patrones de pensamiento negativos relacionados con su trauma para que puedan superarlo.  Los eventos traumáticos como el abuso pasado, la adicción, los problemas de abandono y más pueden llevar a necesitar ayuda.

 

11. Dolor

El duelo puede ser complicado porque no hay una línea de tiempo o una forma en que las personas lo hacen. Pero también es increíblemente difícil navegar por su cuenta. No existe una regla estricta sobre cuánto tiempo debe tomar una persona para pasar por el proceso de duelo. Pero si su duelo se ha extendido y ahora está afectando su vida diaria, es posible que desee considerar la terapia de duelo. Es importante recordar que el duelo no siempre es el resultado de una muerte. Es común llorar la pérdida de un trabajo, una relación, una mudanza importante y más.

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